En el siglo XVII todo el mundo creía en las brujas y el predicador Jonathan Wooley condena a Jennifer, una joven bruja, y a su padre a morir en la hoguera pero antes ella condena a los Wooley por los siglos de los siglos a fracasar en el amor. 1942, el Wooley del siglo XX es candidato al gobierno y está comprometido con la diabólica hija de un millonario. La magia trae de nuevo a escena a Jennifer y a su padre y... comienza la diversión.
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